Según los expertos, en algún momento de su vida, casi el 40 por ciento de la población desarrolla algún tipo de cáncer, y en más de la mitad de los casos esta enfermedad es curable si se diagnostica a tiempo.

En la lucha contra este mal, se han desarrollado diversas técnicas para su tratamiento y la radioterapia tradicional que está en debate por los beneficios relativos, puede en muchos casos, ser sustituida por los de alta tecnología de la criocirugía. Las células cancerosas tienden a dividirse con rapidez, creciendo sin control y cuando se aplica radioterapia, ésta destruye las células enfermas pero también tejido sano, además de que se requiere mínimo 10 sesiones con duración de aproximadamente una hora.

En los casos de cánceres de próstata y de mama, la radioterapia afecta a otros órganos y es muy probable que se desarrolle un segundo cáncer.
Mientras que la criocirugía o crioablación consiste en congelar el tejido y evitar la propagación de las células cancerosas, así como la ablación por microondas, con la cual se aplica calor entre 80 y 110 grados centígrados para necrosar el tumor, son menos invasivas.